Este es un mensaje para todos aquellos que alguna vez
soñaron que estaban en su mundo favorito. Venga, no nos pongamos tan
sentimentaloides. El mundo real tampoco está tan mal (¿o sí? Creo que sí. Sobre
todo, por toda la gente que me ha dicho que de todos los mundos posibles
evitaría exactamente este. Así que aquel filósofo que dijo que este era «el
mejor mundo posible» estaba más fumado que los demás). He vuelto a dar la chapa
a mis conocidos y más abajo leeréis el resultado. Creo que se va a alternar lo
adorable con lo cómico y terrorífico. Si no sientes nada no es que tengas el
corazón de hielo, es que lo he redactado muy mal.
Y LA PREGUNTA ES (mucho más larga que la anterior):
«Por alguna razón tienes la oportunidad de vivir en el
mundo ficticio que tú quieras. ¿Cuál elegirías y cuál no? Ten en cuenta que ese
mundo puede ser de un libro, película, videojuego, cuadro, escultura, o
inventado por ti. Cualquier cosa. Y explica tu elección».
INFORMACIÓN SOBRE
ENCUESTADOS:
Españoles de varias comunidades autónomas y ciudadanos de
Estados Unidos y Bélgica. Todos entre 18 y 55 años.
1. Mundo al que ir a vivir.
11 de los 45 encuestados coinciden en el mismo mundo. En
comparación con el segundo, hay una distancia importante. No te dejo con
intriga porque sale en el título: sí, el de Harry Potter. Las razones son varias. De todos modos, salvo una,
todos comparten esas ganas de regresar a un mundo que les ha acompañado en los
sueños desde que eran niños. El mundo que esperas con todo tu corazón que
exista, aunque solamente lo puedas encontrar en unas páginas y en unas
películas. El mundo que intentas recrear en los juegos, del que sacas frases o
anécdotas que aplicas a la vida cotidiana, uno de esos mundos que tienen unos
personajes que llegan a vivir en la vida real.
La mayoría de mi generación debe de estar traumatizada por
no haber recibido a los once años la carta de ingreso a Hogwarts. Somos los que
nos aprendimos los hechizos antes de saber latín, los que queríamos cazar la
snitch dorada antes que el resto, esperábamos mirar al cielo del comedor por la
noche y tomar el pelo a ciertos personajes de los cuadros. Nos daba algo de
pena Nick Casi Decapitado y algo de grima los animalillos de Hagrid. Soñábamos
con tener el mapa del merodeador, con comprar los productos de Fred y George
Weasley, o escuchar algo pasmados a Luna, recibir cartas con nuestra lechuza, o
yo qué sé. Me han nombrado tantos personajes las personas a las que he
preguntado que es imposible contarlos. Ejemplo: « [Eligiría el mundo de] Harry Potter por conocer a Hermione, Sirius
Black, Dumbledore, Dobby, Snape, Lupin, incluso Bellatrix Lestrange». Antes de
que los maten. Digo yo. Que si te fijas en la fotografía falta el último libro
y fue porque me enfadé con J. K. Rowling.
APUNTE: Uno
quiere ir a Hogwarts, bien, pero también darle una hostia a Harry por lo
gilipollas que es. Palabras casi textuales. No le quito razón.
El segundo
mundo específico que todos conocemos es Narnia,
dicho por dos personas. Me señalan que eso de que hablen los animales, haya
magia blanca y haga sol (después de derrotar a la Bruja Blanca, claro) está
genial. Y también algo más poético: «Me iría a vivir a Narnia por aquello que
dijo Rainer Maria de que “La verdadera patria de un hombre es su infancia”. Supongo
que también se puede aplicar a una mujer, y ese mundo me regaló durante mi
niñez algunos de los momentos mágicos que puedo evocar. ¡Que vuelva la magia!».
Yo también quiero que vuelva la magia. Los que me conocéis sabéis que nombro
Narnia demasiado a menudo…¡Arriba los narnianos!
En Assasin’s Creed quieren vivir dos
personas, pero en distintos números. Una en el 2 para conocer a Leonardo
DaVinci, otra en el 4 para ser un pirata.
Dos votan por El señor de los anillos con su Tierra Media. También recuerdo que de
pequeña me colgué un anillo al cuello solamente para sentirme un poco Frodo, y
los elfos siempre me llamaban la atención. De todos modos, este mundo tiene más
detractores que defensores, como veremos más adelante.
Los siguientes
mundos se pueden ordenar por bloques temáticos. Aunque no sean específicos hay
muchos que coinciden en lo sustancial. El primer bloque temático son mundos
ficticios que nombran como «mi mundo
perfecto» o «mi mundo ideal». Cinco personas me señalan varias características
que debe tener este mundo (las mezclo porque todas van encaminadas a lo mismo):
un mundo sin pobreza, injusticias, discriminaciones, dolor, muerte, violencia,
vicio, degeneración, religiones o al menos no religiones que se imponen, donde
no haya que matar para sobrevivir, donde nadie te controla, no hay corrupción,
serías libre, no estarías sometido a la presión de nadie, todos se ayudarían,
con amor correspondido, etc. ¿Te está dando la impresión de que nuestro mundo
es una mierda? Eso opinarán luego algunos.
Dos de estas
personas son algo más pícaras e introducen cambios que las benefician más: una
quiere ser rica para viajar por el mundo, descubrir otras culturas y comprar de
todo; la otra quiere 13 coches para ponerlos a 250 por la autopista porque le
va el riesgo y la diversión. Prefiero esta versión porque lo otro, para alguien
como yo que busca historias, es demasiado seco. ¿Ha sonado demasiado raro lo
que acabo de escribir?
El segundo
gran bloque temático son los que quieren ir a vivir a otras épocas históricas. Son, al parecer, cinco personas. Una
quiere ir a la Atenas Clásica, época de Pericles, el padre de la democracia. La
segunda quiere estar en la época de la segregación americana para ver el
movimiento de los derechos civiles y cómo se construye la América moderna
(asume las consecuencias). La tercera querría visitar la universidad de Alcalá
de Henares en la época de Quevedo, Lope, etc. Al parecer tiene una lista de
anécdotas de lo que pasaba allí: cuando los alumnos presentaban su tesis, podía
entrar cualquiera y abuchearlos, lanzarles objetos, tocar música (¿para
desconcentrarlos?). Si aprobaba de todos modos, tenía que invitar a la ciudad a
una gran comida y salir por la puerta principal de la Universidad, si
suspendían… les ponían orejas de burro, salían por la trasera y eran humillados
(los vecinos, que se quedaban sin comida y bien se mosqueaban. Menos mal que
eso ahora no pasa). La cuarta duda entre el mundo de la bohemia de París de los
años 20 o una película francesa de los 60. La quinta se decide por los años 50
en París por la película Midnight in
Paris de Woody Allen.
Tercer bloque:
tenemos dos personas que quieren vivir en mundos
creados por ellas, y una soy yo. La otra, bueno, digamos que quiere ser la
diosa guerrera benefactora de ese mundo, aunque compartiría escenario con todos
los dioses de la mitología nórdica, celta y griega (conozco más la última, pero
no me apetece un peñazo estar con dioses salidos como Zeus o Afrodita y otros
con cambios de humor como Artemisa, paso de ellos). Todos los seres serían
feministas y no hay mal externo, ni esclavitud, pero
sí eruditos. Los paisajes serían como los cuadros de Caspar Friedrich
(demasiado brumosos para mi gusto), con una naturaleza salvaje y misteriosa
(¡voto que sí!).
Yo me conformo
con vivir en mi mundo y ser un personaje secundario. Lo importante es seguir a
Fir, qué narices, y a Yen, Karsa, Marco, todos esos personajes que no tenéis ni
la remota idea de quiénes son. Bueno, son yo, yo soy ellos, son vosotros,
vosotros sois ellos. Da igual. Mi mundo es de fantasía épica, más o menos. Lo
que me lleva a señalar dos cosas: una, que una de las personas encuestadas
quiere visitar mi mundo por curiosidad y para conocerme mejor; dos, que otra
quiere vivir en El nombre del viento
por mezclar lo medieval y lo mágico… te invito a mi mundo. Tiene eso.
Lo demás ya es
todo individual. Tenemos alguien que quiere vivir en la isla de Thisby, del libro Las
carreras del Escorpio, en el que al parecer hay caballos marinos salvajes
que salen del mar en noviembre y la gente los intenta atrapar… y no me ha
querido desvelar nada más para no destriparme el libro y para que me lo lea.
Aunque lo de caballos marinos que salen del mar me tiene algo traumatizada. ¿Te
imaginas a la Sirenita a caballo? ¿Sobre praderas de algas? ¿Con peces espada
cual pájaros? ¿Qué?
Hay otra
persona que elige el mundo de Terramar
siempre y cuando sea maga. Al parecer la magia triunfa entre los encuestados.
Hay un voto
para el País de las Maravillas. Como
me lo ha comentado, si lo piensas bien, es un mundo en el que no mueres si te
cortan la cabeza, la comida tiene efectos (hacerte enorme o diminuto) y la
droga es gratis (y quien no lo crea, que se lo pregunte a la Oruga).
Dentro de
películas o series alguien quiere conocer a Mulán y a Katniss Everden, lo que
implica vivir en Panem, lo que
muchos han rechazado. Lo veremos más adelante. Sí señor. La cuestión es que al
parecer esta chica mola por su instinto de supervivencia, protección,
independencia, fuerza, manera de sentir el bosque, lealtad. ¿Dónde ha quedado
su sarcasmo y su cara de «cómo me revienta todo lo que hay alrededor»? Porque
también me cae bien por eso.
Otra persona
elegiría ser Jenny en Forrest Gump, por lo vivido en la
época (llena de cambios y represión oculta) y por ser un personaje carismático.
Muestra la magia del cine. Me encanta que alguien me diga «la magia del cine».
Ya que todos queréis vivir en mundos con magia, la mayor magia aquí es el arte
y la ciencia. Ea.
Alguien quiere
vivir en Sobrenatural para estar con Dean Wincester (ajá), otro en el
mundo de Avatar por el rollo con la naturaleza y la magia de la selva
(más magia, magia, magia por todos lados), Embrujadas (más magia, más magia,
más), y The Wild Thornberrys (tal vez os acordáis si os digo que se
parece a Rugrats pero viajando por el
mundo y sin bebés. Se señala la sensación de libertad al verla). Tenemos a
alguien que quiere vivir en Invernalia para…
visitar… la tumba… ¿de los Stark?
Aparte tenemos
que nombrar a Los simpsons, serie
que todo el mundo conoce y que solamente una persona me ha señalado como lugar
interesante para visitar. Y también a Lost (Perdidos) que ha sido mi serie favorita (¡4 8 15 16 23 42!). Si quitas el humo negro (pediría a quien lo dijo que también los osos polares y los puñeteros saltos en el tiempo) te quedas en una isla paradisíaca con gente tan, tan, tan peculiar que no necesitas inventarte historias para no aburrirte (solamente jugar al «yo nunca» con Kate, Sawyer, Jack, Juliet, Hurley, y decir cosas como «Yo nunca he matado a nadie», «Yo nunca he ganado la lotería»).
En cuadros
tenemos La sibila délfica de Miguel Ángel (Que alguien me lo explique),
El
grito (a mí ese cuadro me gusta y me produce casi escalofríos, no sé) y
El
jardín de las delicias (es el cuadro más traumatizante que he visto en
mi vida. El otro día salió en las noticias que unos estudiosos habían sacado
una partitura de él y la música era muy oscura). Tenemos también los cómics de Flash Gordon.
Nos queda el locos amoenus, el cielo y una foto de niñez.
Lo que es adorable. Vamos con los premios.
PREMIOS:
Respuesta más
graciosa, y, por desgracia, demasiado verdadera: «Me gustaría ir a… en realidad
a cualquiera de los mundos sobre los que he leído en el que hubiera una típica
protagonista tontaaaaaaaaaaaa, solo para darle una tunda por ser taaaaaaan
estúpida, no saber hacer nada, joder todos los planes, dejar que la secuestren
y por ser virgen (no sé por qué esto último me cabrea tanto pero siempre es
así, sobre todo en las historias con algo de amor, es un ascooo. Supongo que
identificarán inocencia con virginidad y casi siempre las protas son súper
jóvenes así que ella no puede tener ninguna experiencia para que él pueda
enseñarle todo)».
Respuesta más
sincera: «El de la mitología griega
porque no es cursi y se pasan todo el día dale que te pego».
Respuesta más
rara: «El mundo de la mariposa y su
transición me flipa… ficticio o no, la vida y desarrollo de este ser vivo
me atrae, me flipa y me emociona…».
Respuesta más
erudita: «El mundo utópico de Platón
pero solucionando el problema de que los gobernantes tienen una vida un tanto
miserable».
2. Mundo al
que NO ir a vivir.
Gana Panem por nueve votos. Lo de matar por
sobrevivir, vivir en la pobreza, o en el Capitolio, es algo que no cuela. Conocer
a los personajes no compensa el sufrimiento. Unos se quejan del hambre y otros
de ser tan artificiosos en la capital. Yo no aguantaría la pregunta de «¿Algún
voluntario?». Si cuando estás en clase y el profesor pregunta metes la cabeza
entre apuntes y miras al suelo, ¿qué harías si tu vida estuviera en peligro?
¡CABAR UNA ZANJA HASTA LLEGAR A LAS ANTÍPODAS! ¡Pasando por el centro de la
Tierra lleno de magma y no sé qué! ¡Cualquier cosa mejor antes que salir
elegido!
Pero, bueno,
se nota un temor general a una sociedad futurista que nos controle, y Los juegos del hambre están dentro de
este género de «distopía». Por lo tanto, este tema es el ganador. Lo vemos
teniendo en cuenta que hay una persona que no viviría en Pandemonium, un mundo
futurista en el que el amor no existe por ser considerado enfermedad (mira tú
por dónde); dos en Un mundo feliz de Huxley, en el que ocurre parecido; en 1984,
en el que la vigilancia es constante y la privacidad no existe; en
cualquier mundo distópico o futurista
tres personas. Demasiado aséptico, vacío, todo rápido y sin verde. Al final, la
distopía se lleva catorce votos. La pérdida de sentimientos y la privacidad nos
preocupa, lo vemos.
Lo preocupante
llega cuando cinco personas no elegirían el planeta Tierra, porque va mal, es peligroso, no se comparten las
ideas con los quehaceres de los humanos, etc. No querer vivir en el único mundo
que conocemos que existe… ¿no deberíamos replantearnos algo? «Y no eligiría uno
como el nuestro, lleno de tantas
miserias e injusticias, a la vez que tanta belleza». Una sexta señala que no
viviría en una mega ciudad china,
después de que le hayan llegado noticias de que las hay tan grandes como
Asturias.
Tres personas
evitan El señor de los anillos por sus peligros y por su asquerosa
comida (no sé cómo saben que está asquerosa si no la han probado). Además de
que porque los hobbits y los elfos «dan grimilla». Una cuarta especifica que en
Mordor no.
Dos personas
evitarían el infierno, cualquiera,
el de Dante, el cristiano, el vikingo, da igual. Yo el cristiano no lo
evitaría. Echando cuentas, los filósofos están allí, junto con los grupos de
rock, las prostitutas, cualquiera con cierta vida sexual, el colectivo LGBT al
completo (ya sé que me faltan letras), muchos científicos, muchos sabios,
Hipatia de Alejandría, un montón de escritores. Me lo imagino como una mezcla
entre reunión de eruditos, amor y salidos que van por libre. El cielo es más
aburrido.
A alguien le
enferma Crepúsculo; otra persona prefiere no caer en La
historia interminable por eso de tener que huir de la nada (es como una
metáfora hecha visión real); Tesis como película resulta
agobiante; Invernalia o Más Allá del Muro, junto con Alaska, demasiado frío; Las
witch son descartadas por repelentes; el mundo de Shingeki no kyojin (El
ataque de los titanes) es descartado porque ser aperitivo de un titán no es
plato de gusto para nadie; el mundo de El lazarillo de Tormes no mola y
punto; la prehistoria y eso de no
tener agua corriente ni comodidades no va con los gustos de alguien (pena que
el tercer mundo y parte del primero ande así); el de Star Wars es demasiado
peligroso si no eres Jedi; en el de Beyond
Two Souls terminas muerto si no eres hábil; el de Esperando a Godot es…
como decirlo… lee la obra. Y por último, alguien que NO elegiría el mundo de
sus propias historias por ser doloroso y terrorífico, por decirlo de alguna
manera. Inquietante.
PREMIOS:
Respuesta más
razonada: «Nunca escogería el mundo real en la película de Matrix, lo que está controlado por la tecnología
artificial, porque me da miedo vivir en una sociedad en la que estemos
sometidos (técnicamente ahora también lo estamos, pero bueno) y soy de las
personas que piensan que a veces es mejor vivir en la ignorancia para
salvaguardar la felicidad, el hecho de conocer la verdad puede que no te
arregle nada y te haga “esclavo” de esa realidad».
Respuesta más
sincera: «Tampoco el de Harry Potter
porque seguro que lo elige todo el mundo, y para ver a la misma gente de
siempre mejor me quedo como estoy».
Respuesta más
graciosa: «No viviría en la casa de
Hitler porque estaríamos en desacuerdo todo el día. Todo el día
discutiendo. Muy mal».
Respuesta más
rara:
—No viviría en
el de los Lunis.
—¿Por qué no?
—Porque dan
miedo…
¿Y yo?
Tengo mis
mundos propios, lo dije antes. Elegiría el que me acompaña desde que tengo… no
sé ni cuántos años. En el que está Fir, en el que está Yen, Marco, Karsa. Es
uno de fantasía épica, sí, Edad Media y magia, que aunque esté muy trillado
está hecho a la medida para mí (por algo lo hice yo, ¿no?). Aunque también…
poder asomarme al mundo de La ladrona de libros, solamente para
poder saludar a Liesel, Max, Hans, Rosa y Rudy, o insultar con ellos a Hitler,
o colarme en la biblioteca de la mujer del alcalde. Es un mundo más peligroso y
casi verdad, pero echo de menos a esos personajes.
Evitar, está
claro. Los de zombis. No los soporto, así que tacho The walking dead, Resident Evil y similares. Y eso es
todo.
¡GRACIAS A
VOSOTROS ESTO ES POSIBLE! ¡LO VOY A GRITAR POR EL CAMPUS! (o no…)
PD. Si no has respondido a tiempo o no te he preguntado, puedes poner tu opinión en los comentarios.