1 feb 2014

No sabía nada del mundo...

Un día tuve un estado emocional muy extraño. Rebuscaba entre todas las canciones y no encontraba la que buscaba. Mi musa me dijo que escribiera algo. Le hice caso. Salió lo que vas a leer a continuación. Así que se lo dedico a ella. A la que tampoco sabe nada. La que me robó el corazón.

No sabía nada del mundo,
de su belleza o desolación,
de lo que me esperaba fuera,
de la futura traición.

No sabía nada del mundo,
de la crueldad que reinaba,
de las personas falsas
y las mentiras lavadas.

Decían que la ignorancia,
si no conlleva persecución,
es una etapa de la infancia
que siempre encuentra perdón.

Sin embargo, mi ignorancia,
maldita fuera para siempre,
me llevaba a caminos perdidos
en lugares de mi mente.

Todos los futuros posibles
siempre eran ignorados,
todos los pasados robados
siempre eran olvidados.

«La historia la escriben los valientes»
decían los malditos creyentes.
Y yo lo creía, hasta que un día
me di cuenta de que mentían.

No sabía nada del mundo
porque el mundo se ocultaba,
porque sentía miedo humano
a las armas que llevaban.

No sabía nada del mundo
porque las mentiras crecieron,
se regaron y perduraron
y jamás perecieron.

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